El Presidente de la Unión Nacional Integradora de Organizaciones Solidarias y Economía Social, Javier López Macías, criticó la política en PYMES que aplica el Secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, pues los fondos solo van en apoyo a cosas “extravagantes” y no a las famiempresas mexicanas que dan el 85 por ciento del empleo en el país.
Hizo un llamado al titular de Economía, Ildefonso Guajardo, a dejar de apoyar esas extravagancias y no invente realidades que no existen pues urge romper la desaceleración económica y reactivar el mercado interno.
Dado el escenario de esta desaceleración económica que puede caer en recesión es muy importante que el esfuerzo por tener los indicadores macroeconómicos en línea como es el tipo de cambio, el asunto de la inflación es correcto, pero también es de vital importancia reactivar el mercado interno, señaló.
Para el dirigente de UNIMOSS “debemos tener barreras de protección para ciertos productos sobre todo para el sector agropecuario que nos permita restablecer la planta productiva, en ese sentido buscar que haya incentivos de fomento que permitan que a nivel local y regional la economía pueda reactivarse”.
A juicio de Javier López Macías, hay que buscar que haya incentivos de fomento que permitan que a nivel local y regional la economía pueda reactivarse, ya que de lo que se trata es potenciar lo que sería la economía interna del país que es la que realmente llena los bolsillos de los mexicanos y en esta recesión además de controlar las variables macroeconómicas como el empleo, la ocupación mejor pagada o como la generación de empresas debe ser uno de los principales motores para alcanzar objetivos de desarrollo económico y un mejor producto interno bruto en el sector agropecuario.
Una de las causas de la desaceleración la achacó al subejercicio en los programas pues ha implicado que mucha de la economía local este parada o este endeudada para poder sembrar su ciclo y eso ha implicado que la superficie sea menor obviamente se espera una menor producción por lo que urge que en este segundo semestre los programas se apuntalen, sean más convergentes e integrales para que los productores alcancen la meta con un mayor abasto en el consumo nacional.
El Presidente de la Unión Nacional Integradora de Organizaciones Solidarias y Economía Social, comentó un informe de la FAO en el que se señala que en este año el único país de Latinoamérica que decrece en su producción agropecuaria es México, es decir, dijo que mientras que nuestro país deprime su economía agropecuaria toda América Latina va a tener una mayor producción de alimentos y reactivación del producto agropecuario.
Eso habla, expuso Javier López Macías, de los estilos de apoyos y programas que hay aquí en México la mayor parte de estos se los llevan las grandes empresas, las grandes comercializadoras, los grandes acaparadores que por cierto también especulan en el proceso y los programas no fueron entonces diseñados para el productor de a pie al del pequeño hectareaje.
Fueron diseñados para los que intervienen en el mercado y “digo intervienen porque se adueñan del mercado tanto en los insumos agrícolas como en la producción y comercialización agrícola son los que han sido los grandes beneficiarios de los subsidios de este país que están integrados en casi el 90% de los programas”.
Aseguró el dirigente de UNIMOSS, que ASERCA se los entrega a cinco empresas que han controlado los principales productos nacionales, eso que implica que el pequeño productor que tiene la incapacidad de hacer una economía de escala no jala suficiente para llegar a estos proveedores a estos grandes acaparadores pues simple y sencillamente no tienen mercado entonces arriesga y mete todos sus recursos a producir y finalmente no tiene un buen mercado.
Estos desequilibrios, argumentó, son parte de un modelo de desarrollo agropecuario que ya no cabe en este país todas las grandes economías como China que viene creciendo o la India protegen primero su planta productiva después se abren al mundo y nosotros hemos tomado el camino más corto de importar lo más barato que hay en el mundo y eso implica el desmantelamiento de la planta productiva nacional.
Actualmente, alertó, estamos importando casi el 50% de lo que nos comemos la tendencia que traemos es a la alza y los pronósticos hablan de que de 15 a 20 años estaremos importando el 75% de lo que comemos, dadas las condiciones mundiales es un escenario pésimo no solo por los costos que implica el que cada vez los alimentos sean más caros porque la explosión demográfica es cada vez mayor incluso aquí en México.
No tenemos incentivos para la organización productiva para que esa forma de hacer economías de escala beneficie al que está abajo, para hacerlo entonces necesitamos realmente que incorporemos a todos los productores en esquemas de organización que les permita tener capacidad de competir en un mercado libre pero también responsable.
