El Presidente de la Unión Nacional Integradora de Organizaciones Solidarias y Economía Social, Javier López Macías, advirtió que la migración rural mexicana hacia ciudades urbanas y al extranjero continúa y actualmente 11.5 millones de inmigrantes ilegales viven en Estados Unidos, siendo el caso más grave la niñez donde 6.5% de un total 3.3 millones de la población de 5 años y más, cruzó algún límite territorial dentro del país (estatal o municipal) para ir a vivir a otro lugar.
Denunció que en México al menos tres millones de niños y adolescentes trabajan en actividades peligrosas o son víctimas de trabajo infantil por lo que demandó establecer en la ley laboral mecanismos para tener control al respecto y no solamente cambiar la edad a 15 años para trabajar «que a final de cuentas también a los 14 años nadie lo cumplía».
En el marco del Día Internacional del Migrante argumentó el dirigente de UNIMOSS que hay gran inequidad en este rubro y casi pasa por un tema de esclavitud, incluso de provocar enfermedades en los niños dado el estrés que provoca jornadas laborales de más de 12 horas con pagas con menos de la mitad de que se le paga a un adulto.
Además no tienen acceso a la seguridad social, aunque su vida corra riesgo por los materiales tóxicos a que están expuestos, sobre todo en uso de agroquímicos prohibidos en otros países.
«No hay seguridad social en los jornaleros agrícolas, por cada adulto hombre que trabaja hay tres niños que bien pueden acompañar al papa para poder recolectar más porque ganan a destajo o bien porque no hay mano de obra adulta en esas zonas», señaló.
Una de las causas que obliga a los campesinos a migrar son los ingresos, pues en 36 años el poder adquisitivo del salario mínimo de 64.76 pesos diarios acumuló una pérdida de 72.8 por ciento; es decir, el sueldo tiene ahora sólo una cuarta parte del valor de 1976.
Javier López Macías comentó que la Encuesta Nacional de Jornaleros Agrícolas (ENJO) realizada por la Secretaría de Desarrollo Social en 2009, señala que en el país hay cerca de dos millones 40 mil 414 personas, de manera temporal o permanente, realizan actividades de agricultura en diferentes zonas o campos agrícolas de la República Mexicana.
La encuesta también señala que tres de cada cinco, es decir, 58.5 por ciento de jornaleros agrícolas que migran, provienen de municipios de muy alta o alta marginación, que se encuentran principalmente en Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Veracruz y en menor proporción en Chihuahua Durango, Puebla, San Luis Potosí y Nayarit.
A juicio del dirigente de UNIMOSS “la migración a los campos agrícolas se ha convertido en estrategia de sobrevivencia para pobladores indígenas ante el dilema de migrar o morir”.
«Hay un mayor número de niños trabajando más en las ciudades, es ahí donde habría incluso que prohibirlo», exigió.
En Sonora, Sinaloa y Guanajuato, por ejemplo, se constató que la población jornalera no tiene información sobre los programas sociales, las instancias infantiles no son gratuitas y la cobertura de programas es limitada, dijo.
Ante ello, es urgente revisar el esquema de guarderías y estancias infantiles, fortalecer el componente de promoción social en los programas de atención a la población jornalera, desarrollar y mejorar el marco normativo que fije estándares mínimos que deben cumplir albergues para jornaleros, diseñar clausulas de respeto a los derechos laborales en los subsidios que se entregan a los campos, entre otros.
«Para mí el tema de desarrollo infantil, de cuidar el desarrollo infantil de que esos niños el día de mañana después de trabajar cuatro o cinco años en el campo no engrosen las filas del narcotráfico pues tienen que ver con que nos aseguremos de que tengan acceso a la educación, tengan acceso a la salud y tengan acceso a la alimentación», destacó Javier López Macías.
También señaló el dirigente de UNIMOSS que en más de 1.4 millones de hogares, el jefe o jefa son migrantes recientes (en otra entidad federativa o país); en 68 de cada 100 hogares, el desplazamiento del jefe o jefa se hizo al interior del territorio nacional.
Finalmente afirmó que en México había 558 mil hogares con población migrante estatal de entre 5 y 17 años, de acuerdo al Censo 2010, del INEGI.
