Discurso Del Gobernador Miguel Alonso por el 101 Aniversario de la Marcha de la Lealtad.

Gobernador Miguel Alonso Reyes.

La historia de la Revolución Mexicana es fuente inagotable de principios y enseñanzas

En el movimiento social, político y militar de 1910 se forjó el carácter nacional y el ideario de justicia y progreso para todos.

La definición de los ideales de la Revolución se escribió en medio de batallas y de sacrificios de la población civil. Sin embargo, a pesar de los avatares bélicos, los mexicanos de aquella época creyeron en el cambio, en la redacción de una nueva Constitución y en la formación de instituciones.

El 9 de febrero de 1913, los cadetes del Heroico Colegio Militar dieron a la nación uno de sus más profundas ejemplos de lealtad.

El acoso que sufrió el presidente Francisco I. Madero por parte de las fuerzas contrarrevolucionarias, tuvo esa fecha respuesta contundente de los jóvenes militares, guiados por comandantes también leales.

Recordamos hoy aquí el día en que Madero fue escoltado por los cadetes del Heroico Colegio Militar, desde el Castillo de Chapultepec hasta el Palacio Nacional…

Pero de manera fundamental… ¡hacemos presentes los valores que hicieron imperecedero ese acto de tan hondo significado patriótico!

A su paso en la Marcha de la Lealtad, Madero encontró el apoyo a la causa revolucionaria que le negaban los aliados al viejo régimen, opositores de la revolución social que se gestaba en esos momentos.

Aquella jornada representa hasta la fecha una de las grandes lecciones de la historia de la Revolución Mexicana, en las cuales la juventud dio una señal inequívoca de madurez, respaldando el orden institucional.

Hechos como el referido, evocados en el Año del Centenario de la Batalla de Zacatecas, hacen presente el valor de las instituciones mexicanas emanadas de la Revolución de 1910, que en la actualidad continúan salvaguardando la estabilidad social, económica y política de la nación.

México ha dado pasos significativos en los últimos cien años, gracias a las instituciones erigidas a partir de la Revolución y de los principios y enseñanzas de esta.

Desde su origen, las instituciones nacionales, como lo demuestran los hechos del 9 de febrero de 1913, están fincadas en la lealtad.

La lealtad a un proyecto común de nación, es la base de una vida de paz social y continuo desarrollo económico, cultural y político.

Los años en que los asuntos del Estado se dirimían por medio de las armas han quedado atrás.

Hoy, los temas de la política se disputan en la arena electoral, en las cámaras parlamentarias estatales y federales y en los cabildos.

Nuestra nación ha hecho de la política el medio de resolución de los conflictos sociales y mantener este logro debe ser tarea de todos.

Los partidos políticos sustituyeron a las camarillas violentas que se asociaban para tomar el control del gobierno tan sólo para detentar el poder…

La Revolución se convirtió en un proyecto de nación y en un programa de gobierno, que en la pluralidad… ¡a todos nos corresponde defender!

La gesta revolucionaria tuvo muchas corrientes y líderes que coincidieron en un gran tema: la lealtad a México.

No se trató de una lealtad ciega, sino crítica, inspirada por el respeto a las instituciones y a las leyes.

Lealtad no significa uniformidad de pensamiento, pues sin duda ésta puede darse en la pluralidad inspirada en la búsqueda del bienestar de la Patria de todos.

Lealtad significa, sí, cumplir a cabalidad con aquello a lo que nuestro honor obliga serle fiel…

Lealtad es actuar con apego y rectitud al deber ser… al cumplir con la Ley… al pensar y creer propios… al proponer y hacer por la Patria lo que estrictamente nos corresponde, aunque ello demande sacrificios.

Aquí confirmamos juntos nuestra lealtad a México y a los ideales de justicia social para todos los mexicanos…

Aquí refrendamos nuestra convicción acerca de la lucha revolucionaria como origen de las fuerzas armadas, mismas que en la actualidad siguen siendo ejemplo de los valores que exige México para conservar su grandeza.

Como sabemos, la sociedad zacatecana ha demandado la recuperación de espacios públicos, voz a la que el Gobierno que encabezo ha respondido con acciones a la vista de todos, como la coordinación de un proyecto de seguridad con la administración federal en general, y con el Ejército Mexicano, en particular, para crear el ambiente de tranquilidad que merecen las familias zacatecanas.

Agradezco una vez más a la Secretaría de Defensa Nacional su invaluable contribución al logro de los objetivos del Estado de Zacatecas en materia de seguridad.

El Zacatecas de armonía que todos deseamos, se conquista con la coordinación y colaboración de los ciudadanos y de sus instituciones.

Las instituciones trascienden el paso del tiempo y ocupan lugar de privilegio en el alma de un pueblo, ¡cuando sus sólidos cimientos reposan sobre los valores, el temple y la gallardía de quienes las integran!

Zacatecanas y zacatecanos:

Conmemorar la Marcha de la Lealtad es mucho más que evocar un hecho histórico…

Es, preponderantemente, una oportunidad para comprometernos a llevar al terreno del hacer el valor de la fidelidad a Zacatecas y a la Patria entera, magno concepto este que abarca nuestro origen y destino común.

Quienes hacen de la lealtad rasgo de vida… ¡viven para siempre!

Gracias por su atención y sus valores al servicio de Zacatecas y México.

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